La princesa tiene tos

Yo ya no sé qué hacer con los mocos y la tos. Mi hija desde que nació “suena como un tambor” (como dice su tía). Por suerte la pediatra no le da ninguna importancia, porque dice que se mueven bien y no tiene fiebre. Menos mal, porque su primo ya ha tenido varias bronquiolitis. Pero vamos, que la tos y los mocos viven con nosotros desde que nació, y durante todo el año, si acaso se le quitan cuando vamos a la playa, pero Madrid esta un poco lejos y son contadas las ocasiones.
Recuerdo que cuando el príncipe empezó a ir a la guardería, su profesora me dijo que las tos y los mocos eran como las naranjas, que duraban de octubre a mayo. Me hizo gracia, pero ahora la verdad es que estoy un poquito harta, además ya estamos en Julio y seguimos igual, y ya hemos hecho de todo: de jarabes y supositorios (“sopitorios”, que dice el principe) estoy hasta el moño, además soy un poco escéptica con las medicinas, o es que no hay nada que lo cure. He probado la homeopatía, pero tampoco me convence. Hasta hemos hecho juntas un Taller de Fisioterapia Respiratoria, que os recomiendo y que me ha parecido muy útil e interesante, pero que es más para cuando los mocos están pegados y hay infección, lo que no suele ser nuestro caso.
Quizá sea culpa de la guarde, a la que va desde los cuatro meses (maldita baja maternal, qué corta), o de que no la dejo que se cure en condiciones, porque en cuanto esta un poco mejor, la dopo con el Dalsy y la mando al cole, y que me llamen cuando se le pase el efecto y le suba la fiebre, lo que me produce un remordimiento de conciencia bestial, pero no me diréis que no lo habéis hecho nunca.