7/28/2008

El segundo


El otro día os hablaba de las dudas de los primerizos. Hoy quiero contaros mi experiencia como “multípara” (mi padre una vez llamó así a mi madre, que tuvo 8 hijos, y ella se enfadó muchísimo porque creía que la estaba insultando).
No tiene nada que ver. Para empezar, el embarazo. Con el primero, todo lo que haces es cuidarte, mimarte y observarte, que si has engordado un milímetro, que si te sale una estría, que si se te han crecido las tetas... Cuando llegas a casa, te das un bañito, te pones tus cremas y a descansar. ¿Y con el segundo? Pues te encuentras con que en casa tienes un pequeño salvaje de tres años que lo único que quiere es llamar tu atención, con lo que lo del bañito y las cremas pasa a un segundo plano, de forma que cuando consigues tener un ratito para ti, lo único que quieres es meterte en la cama y dormir dormir dormir, y si salen estrías, pues que salgan, aunque ahora me arrepiento un montón de no haberme cuidado mas.
Mi princesa iba a nacer en Septiembre, por lo que el médico me recomendó que no me fuera de vacaciones en Agosto por si las moscas y por las ultimas pruebas. Vale, me quedo en Madrid. Aunque no lo conozcáis, es famoso el calor de agosto aquí. Mi marido trabajando, y yo todo el día con mi peque y mi superbarriga, sin poder salir de casa hasta las mil para que se pase el calor, con todo el mundo de vacaciones y con la espalda hecha polvo. Mi hijo y yo llegamos casi a odiarnos, fue muy duro. Por fin se acerca la fecha. A ver como lo organizamos, con quien dejamos al otro cuando me ponga de parto, si todo el mundo esta de vacaciones, ¿y si es de madrugada?, ¿nos lo llevamos al hospital?. En fin, un lío, la solución fue dejarle con sus primos el primer día, y después la que se quedó sola en el hospital fui yo, más que nada para que él estuviera en casa con su papi tranquilamente y no tuviera la sensación de que le habíamos abandonado por su hermana. Total, en el hospital estaba más atendida que en casa, así que no me importó nada, además acababa tan cansada de visitas, que me quedé estupendamente. Tenía mucho miedo a la vuelta a casa, cómo se lo tomaría el príncipe. Menos mal que al final casi todo coincidió con el comienzo del cole y así yo pude dedicarme más a la princesita, pero los primeros días fueron difíciles para todos. Ya os contaré como siguieron y siguen las cosas.


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