6/11/2008

Hermanos de padre


Cuando me quedé embarazada Alex tenía trece años y Marco seis. Ambos son hijos de mi marido y nuestra relación siempre ha sido cordial, unas veces más que otras. Acogieron la noticia con entusiasmo, sobre todo el pequeño que empezó a hacer miles de preguntas imposibles. Tras varios días de respuestas agotadoras fui a una librería y compré Nacer. La gran aventura de Lennart Nilsson, un libro que sigue la evolución del feto a través de fotos maravillosas. Así, cada fin de semana, Marco abría el libro y se me acercaba diciendo: ¿ahora cómo es el bebé? Y mirábamos juntos las fotos comentando los avances de su hermanita. Vivimos un embarazo muy familiar en el que los niños estuvieron implicados hasta el fondo, e hicimos grandes esfuerzos para que se sintieran hermanos. Funcionó, lo son y se quieren, nunca han vivido juntos ni cultivan una relación muy estrecha, pero sé que se tendrán cuando se necesiten.

1 comentario:

nouche dijo...

No sabes como envidio tu forma de contar tus experiencias, en mi próxima reencarnación quiero ser (Dulce Marión).Seguiré tus relatos con mucho interés (yo se que fue así)pero me gusta como lo cuentas .....Enhorabuena....