6/03/2008



CUMPLEFILM
Nunca me gustó celebrar los cumpleaños de mi hija en los típicos locales donde se mezcla un amasijo de niños sudorosos con miles de bolas de colores cubiertas de babas, virus y parásitos. No hubo una sola vez en que Vera no regresara con anginas o lombrices, así que todos los años me devanaba los sesos para preparar una fiesta divertida y original. Cuando la niña cumplió siete años, dado el volumen de amiguitos y hermanitos de los amiguitos a los que quería invitar, se me ocurrió organizar un cine en casa.

Vera escogió la película y yo preparé unas invitaciones en forma de entrada que ella repartió. Compré en los "chinos" 25 sillitas de terraza (de las blancas de plástico), 25 bolsitas de regalo con motivos infantiles y 25 jarritas de plástico. Puse en el respaldo de cada silla el nombre de un invitado, despejé en el salón la zona de la tele y coloqué todas las sillitas teniendo en cuenta la edad y altura de los niños. Metí en cada bolsita dos medianoches de jamón, un zumo, una bolsa de gusanitos, una piruleta de corazón, una botellita de agua y una jarrita con el nombre del niño, puse una bolsa encima de cada silla y ya estaba todo preparado.

Según llegaban los niños tenían que buscar su sitio y esperar sentados a los demás, lo que hacían muy emocionados. Estuvieron toda la película calladitos, merendando y muy contentos, iban al baño ordenadamente y levantaban la mano cuando necesitaban algo, como si estuvieran en el cole. Yo no pensé que podría dominar a tantos niños sin gritar ni enfadarme, los padres no daban crédito al recogerlos, y encima se llevaban de regalo la jarrita ¡y la silla!... Fue un cumpleaños inolvidable para todos, cómodo, entretenido y económico.

1 comentario:

nouche dijo...

Tus ideas siempre magnificas, no se me hubiera ocurrido nunca. Besos y hasta pronto